De "El hombre del Luxemburgo" de Arnaldo Calveyra
En tardes parecidas a ésta,
una costumbre que le resulta grata, que ha llegado a
parecerse a una costumbre, lo lleva a ese lugar de paseo,
casi oculto a las miradas, donde se reconoce en amistad.
Su visita -esa expectativa-
entraña un deseo: conversar con un amigo próximo y com-
pañero de ensoñaciones.
Sentirse en confidencia.
Labels: poesía que me gusta
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