Sunday, October 14, 2007

De "El hombre del Luxemburgo" de Arnaldo Calveyra

En tardes parecidas a ésta,
una costumbre que le resulta grata, que ha llegado a
parecerse a una costumbre, lo lleva a ese lugar de paseo,
casi oculto a las miradas, donde se reconoce en amistad.
Su visita -esa expectativa-
entraña un deseo: conversar con un amigo próximo y com-
pañero de ensoñaciones.
Sentirse en confidencia.

Labels:

0 Comments:

Post a Comment

<< Home