Monday, May 11, 2009

Psicósis del Barbijo, día uno

Salimos de Buenos Aires el sábado 09/05 a las 01:30 am, llegamos a Ezeiza a las 2:00, ahí ya se podían ver algunas personas usando barbijo, no presté demasiada atención porque tuve que cambiar cosas de mi mochila a la valija porque eran elementos prohíbidos, yo hace como dos o tres años que no viajo en avión, y como 8 años que no viajo internacional, ni me acordaba que te controlaban estas cosas, es más, en realidad cuando yo viajé a otros paises fue antes de septiembre de 2001 y ni se fijaban en lo que tenías en el equipaje de mano. Asi que tuve que sacar la tijera, el alicate, una lima, y además una crema y un perfume, los pasamos a la valija de Sergio, la mía estaba super sellada con el plástico ese, es que mi valija es viejita y tenía algunas partes descocidas que tuve que remendar antes de salir, de modo que me sentía más segura si la envolvía con esa cosa para evitar que se abriera y se pudiera perder algo, osea, a mi me da la psicosis de la pérdida.
Embarcamos a las 4 y algo y el avión salió a las 5 puntual, dormí como pude, sin ayuda de la pastillita porque si me la tomaba, como el efecto dura 6 horas iba a estar medio estúpida para seguir el viaje. Desperté a eso de las 6 y algo porque nos dieron un desayuno, y después dormi hasta que llegamos a San Pablo, esta es nuestra escala, y siendo las 18:50 del sábado aún me encuentro en San Pablo. Si, un vuelo con escala y con una espera entre un avión y otro de nada menos que 13 horas!, no puedo creer como acepté esta forma de viajar, pero es que el pasaje nos salió mucho más barato y la verdad es que sin ese descuento, tal vez no podría haber viajado, asi que ahora cerrar la boca y bancármela!.
Pedimos permiso en migraciones para salir del aeropuerto a la ciudad, y tomamos un colectivo y luego dos subtes, tiempo total del viaje: 1 hora, eso nos dejó donde mi novio soñaba ir, que es el mercado municipal de San Pablo, una especie de mercado central, donde venden frutas, verduras, carnes, pescados. Lo que me sorprendió es la variedad de frutas y ver en casi todos los puestos, peras argentinas, con un aspecto mucho mejor que las que veo en la verduleria de la otra cuadra de mi casa y compro a regañadientes, y cuando las como me arrepiento profundamente por haber permitido que me engañen confundiendo eso con una pera de verdad, cuando yo era chica, las peras tenian gusto! a pera!, juro que el aspecto de estas peras que vendían en el mercado, daba ganas de comprarlas. Bueno, al margen de las peras argentinas, nos dieron a probar una fruta muy rara que como me suele pasar me dió asco por la consistencia rara que tenía y disimuladamente la tiré en un tacho sin que el vendedor me viera. Almorzamos en el mercado, una comida rica, unos pasteles, como llaman los brasileros a una especie de empanada, pero cuadrada y más grande que las nuestras, frita, y rellena de distintas cosas. Bien, luego del corto paseo por San Pablo, volvimos al aeropuerto, dado que a mi en este caso me da la psicosis de “mira si nos pasa algo y perdemos el vuelo”, asi que algo asi como a las 3 de la tarde ya estabamos de vuelta en el aeropuerto como verdaderos pasajeros en tránsito, por haber salido del aeropuerto, tuvimos que pagar nuevamente una tasa de embarque, que en Brasil, nos salió un poco mas cara que la que pagamos en Argentina. Hechos estos trámites, a eso de las 4 y algo, pasamos por el control policial, por tercera vez en el viaje y ya estamos desde esa ahora acá en la parte de las correspondientes salas de embarque. Un embole bárbaro porque el avión sale 20:45 con lo cual son casi 4 horas, estuvimos teniendo alguna que otra discusión en parte provocada por mi mal humor de 1 noche sin dormir, cuando tenía 20, podia pasar noches sin dormir y no me pasaba esto!. Fuimos a tomar un café, y luego de eso Sergio se tiró arriba de las mochilas, de costado, sentado en una de las sillitas estas re incomodas y se durmió desde hace un rato, yo como siempre, me muero de frio en los aeropuertos, y ni que hablar en los aviones. Estaba acá sentadita con la campera puesta y tiritando, y encima escuchando cada aproximadamente 20 minutos al altavoz, diciendo que: "si usted presenta fiebre repentina mayor a 38 y tos acompañada o no de dolor de cabeza o articulaciones y dificultades respiratorias, avise de esto en “anvisa” en este aeropuerto". Con estos mensajitos del demonio, empecé a prestarle más atención a aquellos que estaban con barbijo y descubrí, con asombro, que la mayoría de ellos eran argentinos. Mientras tomabamos el café yo estaba con mi bandeja por pagar y viene una argentina, de estas tipo campestres bien y medio a los gritos me dice, donde conseguiste las servilletas?, mientras decia esto, le colgaba un barbijo del cuello, pero se ve que no le importaba repartir sus germenes a los demás, porque se rió con carcajada arriba de mi taza de café!, yo digo, todo bien si te da la psicosis del barbijo, pero yo ni siquiera en esta situación, osea, ni si quiera en medio de una psicosis del barbijo, me pondría a expeler asi mis gritos arriba del café de otra persona, no se hace! Es de mal educado! Pero se vé que esta gente cree que todos los demás los podemos contagiar de algo, pero ellos no contagian nada porque son regios!, o mejor dicho no son capaces de respetar a la gente que tienen alrededor, ni siquiera en circunstancias normales, imaginen en este caso!, a partir del episodio con esta estúpida pseudocampestre, empecé a mirar la actitud de los que llevan el barbijo, o bien, puesto o bien en el cuello, y realmente es raro, es raro como se comporta la gente ante estas cosas. Había un grupo de gente que se ve que se conocian y se saludaban agitando la mano, sin darse un beso!!!! Dios mio!!!. Continuaré con la crónica del viaje...

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1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Me encantó, no por los sufrimientos sino porque me sentí absolutamente identificada. Realmente ODIO la actitud superada de ciertos (Porteños? campestres?) y también la actitud displicente y soberbia de ...(mi hijo). No sé como se puede pasar tanto tiempo sin dormir más allá de los 20 años sin estar de un humor INSOPORTABLE.Besos y hasta la próxima. Estaré esperando ansiosa próxima entrega.Viviana

1:54 PM  

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